Las fiestas de Navidad son fechas señaladas para todo el mundo, ya que se suelen celebrar rodeados de amigos y familia. Mayores, jóvenes y niños se reúnen para disfrutar de las festividades. Aún así estas celebraciones pueden comportar momentos difíciles y dolorosos para personas con Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas y para quiénes cuidan de ellas.
Las personas con deterioro cognitivo pueden sentirse desorientadas puesto que estos días las rutinas se rompen y el hecho de compartir mesa y conversación con más gente puede provocar preocupación en los familiares que los cuidan. A la vez, pueden ser también momentos dolorosos ya que se acostumbra a recordar cómo era la Navidad antes de que apareciera la enfermedad del familiar.
Queremos compartir algunos consejos para disfrutar de las fiestas navideñas en familia con personas con deterioro cognitivo y aprovechar las oportunidades que se pueden brindar:
- Es muy recomendable poner en antecedentes a los familiares y amigos, es decir, informarles de cuál es el estado actual de la persona enferma y facilitarles pautas básicas para que actúen con ella con naturalidad y sin temor. Según la Dra. Sandra Poudevida, psicóloga de la Fundación Pasqual Maragall, “las personas cuidadoras no se tienen que sentir responsables del comportamiento de la persona con deterioro, toda la familia debe asumir y entender que es fruto de la enfermedad”. Es recomendable también que los familiares y amigos se dirijan a la persona afectada uno por uno y de manera tranquila.
- Las personas que van a asistir a la celebración tendrían que estar dispuestas a ayudar en los preparativos, ya que la persona cuidadora también merece descansar y relajarse. Para que el apoyo sea efectivo deberá informar de las diferentes necesidades u oportunidades de ayuda, libremente y con naturalidad.
- Durante la celebración, es aconsejable que algún familiar o amigo esté pendiente de la persona con deterioro, e ir alternando para que todos puedan tener la oportunidad de relacionarse de tú a tú.. Esto también permitirá a la persona que cuida relajarse y que pueda ocuparse de otros quehaceres.
- Ante un comportamiento inapropiado de la persona con deterioro en la mesa, se aconseja intentar distraerla y derivar su atención a otra cosa.
- Los niños siempre regalan alegría a sus abuelos y a las personas mayores, en general. Por eso es bueno implicarlos en las celebraciones y propiciar que se relacionen con la persona con deterioro con normalidad.
- Si existe alguna tradición familiar en la celebración se recomienda mantenerla. Cantar villancicos, por ejemplo, puede incidir en los efectos terapéuticos que puede tener la música en las personas con deterioro.
- Para evitar situaciones de demasiado estrés, se aconseja adecuar y tener un disponible un espacio donde la persona con deterioro cognitivo se pueda retirar si necesita descansar o prefiere estar sola, así como tener una actividad preparada que la mantenga tranquila y que esté acostumbrada a hacer.
Si, por el contrario, sea por decisión propia o por las circunstancias, nos quedamos solos con nuestro familar con deterioro en casa durante la Navidad, se recomienda:
- Adornar la casa, poner el árbol de Navidad con luces o montar el pesebre, y pedir a la persona con deterioro cognitivo que ayude y participe.
- Preparar platos típicos de Navidad y poner la mesa de manera especial, así como comprar turrones, dulces propios de esta época y hacer un brindis con cava.
- Del mismo modo, se recomienda, una vez acabadas las fiestas, se retiren los adornos para minimizar la posible confusión de la persona afectada.
Recomendamos afrontar las fiestas navideñas con positivismo, aprovechando la oportunidad de introducir algunos cambios que hagan estos días especiales. Hay que procurar vivir el momento presente y hacerlo con alegría siempre que las circunstancias sean propicias. Si las personas cuidadoras y otros familiares disfrutan de las fiestas, será más fácil que lo haga la persona con deterioro cognitivo.