La caída en un adulto mayor no es un hecho impredecible o inevitable, debido al azar o
al envejecimiento normal del individuo. En la mayoría de los casos se trata de una inadaptación
entre el anciano y su entorno con origen en múltiples factores, y ese riesgo aumenta
linealmente con el número de factores de riesgo existentes. El mayor porcentaje de caídas se
produce en el propio domicilio que, en la mayoría de los casos, no está adaptado al paso de los
años de sus habitantes. Sólo controlando dichos factores podemos minimizar el riesgo de
caídas en nuestros mayores. En este breve artículo daremos unos consejos para mejorar la
accesibilidad de las viviendas, repasando las distintas estancias.

Accesos:
solamente uno de cada tres tiene rampas
y/o barandillas, por lo que deberíamos instar en las
reuniones de propietarios a que se realizaran obras para
acondicionar la zona de acceso. Otro de los obstáculos
que nos encontramos antes de entrar en la vivienda son
los felpudos sin fijación al suelo.
Suelo: tenemos que evitar aplicar demasiada cera cuando lo limpiemos, ya que desliza
demasiado. También tenemos que revisar que sea uniforme y sin saltos entre losas. Atención
especial merecen las alfombras, que deben tener sujeción antideslizante en toda la
superficie, sobre todo, en los bordes, para que no se levanten. De las alfombras son
recomendables las de pelo corto, denso y sin demasiado grosor.
Iluminación y electricidad.
Tenemos que situar los interruptores de luz cerca de las
puertas y accesibles, sin obstáculos. La iluminación ha de ser suficiente, evitando que existan
zonas oscuras. También necesitamos tener lámparas o interruptores cerca de la cama, sin
tener que levantarnos para accionarlos y que existan luces de noche en los baños y en el
trayecto hacia ellos, para evitar las caídas nocturnas. Las escaleras tanto si existen dentro
de la vivienda como en los accesos a ella tienen que estar bien iluminadas y con interruptores
suficientes y siempre situados en los rellanos. Atención especial debemos tener con los
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aparatos de calefacción eléctricos como estufas y braseros, siempre alejados de cualquier
mueble y bien conectados a la red. Para ello tenemos que comprobar que los ladrones tengan
capacidad suficiente y adecuada al voltaje y potencia de los aparatos que están conectados,
con especial vigilancia a los aparatos de gran consumo y evitando las conexiones triples. Evitar
siempre que los enchufes están camuflados debajo de alfombras o detrás de sillones, sofás o
cortinas. Y observar los objetos que estén situados encima de aparatos eléctricos por si
pueden sobrecalentarlos.

Baños:
Es, con toda seguridad, la zona más
peligrosa de la casa, donde el riesgo de caídas es
más importante y donde tenemos que incidir en
acciones preventivas para evitarlas. En el mercado
encontramos aparatos cuya instalación nos puede
evitar muchos sustos ya que evitan los resbalones
a la entrada de la ducha, como barras de sujeción,
agarraderas, pasamanos, sillas de ducha. En la
ducha debemos instalar alfombras antideslizantes
tanto dentro como fuera. También es
recomendable instalar barras de sujeción o agarraderas cerca del inodoro, además de un alza
para el mismo. Es recomendable la sustitución del pomo de la puerta por una manivela que nos
permita abrir la puerta con el codo. Debemos vigilar la situación del secador de pelo,
maquinilla de afeitar eléctrica, radio enchufable, etc. El calefactor de baño debe situarse en
un sitio sin riesgo ni de caídas para nosotros ni de salpicaduras. Los elementos cotidianos
como jabonera, cepillo de dientes, peine tienen que estar en zonas accesibles. Y las tijeras,
cortaúñas, limas y demás objetos cortantes en un sitio muy definido, así como los productos
corrosivos como lacas, tintes, esmaltes o productos de limpieza.
Confiamos que estos consejos os sean útiles y en el documento que entregaremos el
mes que viene seguiremos repasando las distintas estancias de la casa, para poder hacer un
hogar más accesible para todos, ya que estamos dando unos consejos generales que nos
pueden ayudar a todos los miembros de la familia, desde los más pequeños hasta los mayores.