Consejos realizados por la Clínica de Memoria del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco)
Cuide la mente. Desafíe a su cerebro todos los días con cosas nuevas:
- Haga palabras cruzadas, rompecabezas o juegos de mesa.
- Aprenda un nuevo idioma, a tocar un instrumento musical o haga un curso de alguna especialidad que le agrade.
- Experimente nuevas actividades como ir al teatro, asistir a un conciero, visitar un museo, ir a una exposición de arte
Cuide la dieta. Disfrute de una comida saludable, eligiendo:
- Alimentos variados.
- Vegetales, frutas, legumbres (lentejas, guisantes,…), pan integral, cereales.
- Carnes magras, pollo, pescado y productos lácteos con bajo contenido en grasa.
- Aceite de oliva.
Cuide el cuerpo. Haga actividad física diariamente de alguna manera que le resulte agradable:

- Camine o vaya en bicicleta.
- Baile, ande o haga natación.
- Apúntese a un gimnasio, y ¡vaya!; haga yoga o pilates.
- Dedíquese a la jardinería o al huerto.
- Practique deporte como actividad competitiva o recreativa
Cuide la salud. Conozca su presión arterial, su nivel de colesterol y glucosa en sangre y su peso.
Todos estos factores pueden incrementar su riesgo de desarrollar demencia si se encuentran muy elevados. Pídale a su médico que los revise. Conocer estos indicadores también ayuda a manejar los problemas, si es que los tiene. Y también ayuda a manejar estos problemas, si no los tiene.
Cuide su vida social. Participe en actividades sociales, permanezca socialmente conectado:
- Reúnase con familiares y amigos.
- Únase a un club o centro recreativo.
- Participe en eventos de la comunidad o haga trabajo voluntario.

Cuide sus hátitos. Evite “malos hábitos”:
- No fume.
- Si bebe alcohol, hágalo con moderación.
Cuide su cabeza. Proteja su cabeza de lesiones severas:
- Sea cuiddoso como peatón.
- Use siempre el cinturón de seguridad.
- Use casco cuando vaya en bicicleta, en moto, patinete o haga deportes que así lo requieran.
Ejemplos de ejercicios para mantener la mente en forma:
- Mirar una película y contar la trama con sumo detalle a alguien que no la haya visto.
- Hacer las cuentas mentalmente en el supermercado y luego compararlas con el resultado que ofrezca el cajero.
- Lavarse los dientes con la mano no dominante.
- Cuando se entra en una habitación llena de gente, tratar de calcular rápidamente cuántas personas hay a la derecha de uno y cuántas hay a la izquierda.
- Cuando se cene en un resataurante o en casa de un amigo, tratar de identificar los ingredientes utilizados en el plato que se está comiendo. Concentrarse en los sabores sutiles. Luego comprobar las percepciones y sensaciones con el camarero o resto de comensales.

Es importante recordar que todo aquello que ya es parte de una rutina no estimula ni desafía al cerebro. En cambio, sí lo es exponerse a las situaciones de cambio y desafío como hacíamos cuando éramos más jóvenes.