El ICTUS es la principal causa de Daño Cerebral Adquirido. Es el término utilizado por la Sociedad Española de Neurología y que sustituye y agrupa a otros términos utilizados hasta ahora como trombosis, embolia, derrame o apoplejía y que pretende que ésta sea la única palabra para referirse a cualquier tipo de patología cerebrovascular aguda.
¿Por qué se produce? Se produce por una obstrucción o rotura de una arteria cerebral. Hay dos tipos de ictus: el hemorrágico en el que se produce un sangrado dentro del cerebro y el isquémico en el que un coágulo ocluye las arterias, impidiendo el flujo normal de sangre. En ambos casos la consecuencia final es la lesión de las células del cerebro, la pérdida de neuronas.
¿Por qué es tan grave? Porque representa la segunda causa de muerte en España (la primera en la mujer), una de las principales causas de discapacidad permanente en el adulto y la segunda causa de demencia tras la enfermedad de Alzheimer. Afecta cada año a 120.000-130.000 españoles. Puede ser mortal en un 20% de los casos y el origen de una discapacidad grave en el 40% de las personas que sobreviven.
¿Cómo detectarlo? Tenemos que estar atentos a una serie de síntomas que pueden presentarse por separado y que nos alertarán para acudir al Servicio de Urgencias inmediatamente ya que el tiempo de respuesta es importantísimo en esta patología. Los síntomas pueden ser:
- Pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo
- Trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de «acorchamiento u hormigueo» de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo
- Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido por quien nos escucha
- Pérdida súbita de visión parcial o total de uno o ambos ojos
- Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente
- Sensación de vértigo, desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior
¿Podemos recuperarnos de un ictus? Una vez superada la fase aguda, cuyo tratamiento debe comenzarse en las primeras 4 horas, entra en juego el tratamiento rehabilitador, diseñado en función de las secuelas de cada paciente (logopedia en unos casos, rehabilitación de la marcha en otros, etc) Este proceso puede prolongarse semanas o meses, en función de la situación de partida y los objetivos a conseguir para cada paciente.
¿Y cómo prevenirlo? El ictus es una patología que se puede prevenir con consejos sencillos como:
- Llevar una dieta rica y saludable, baja en sal y grasas
- Realizar actividad física de forma regular
- Controlar el peso, la tensión arterial y los niveles de colesterol y azúcar en sangre (y, en su caso, tratar de forma correcta)
- Abandonar el tabaco y restringir el consumo de alcohol a niveles moderados