Es la atención a las situaciones de dependencia que dificulten a la persona o unidad familiar desenvolverse con autonomía en su domicilio y entorno habitual, favoreciendo las condiciones necesarias que hagan posible la permanencia en entorno habitual en condiciones adecuadas.
Para ello se proporcionará en el domicilio tanto atención personal, como a las necesidades de la vivienda, u orientación para proporcionar estrategias que permitan a la persona y a la unidad familiar adquirir un mayor nivel de autonomía completando la labor de la familia.
La ayuda a domicilio hace posible la permanencia en su domicilio a las personas necesitadas de apoyo, evitando internamientos innecesarios. Apoya y desarrolla las capacidades personales de la persona para que continúe su convivencia tanto familiar como comunitaria. Complementa la labor de la familia, evitando o minorando la sobrecarga familiar.
¿A quién va dirigido?
- A personas mayores con dificultades de autonomía personal o que vivan solas y que requieren apoyo para permanecer en su hogar
- A personas con discapacidad, sea o no temporal, de cualquier edad, con limitaciones en su autonomía personal
- A menores a los que hay que cuidar por ausencia de los padres.
¿Qué actuaciones comprende la ayuda a domicilio?
- Tareas de atención personal, como aseo, cambios posturales, seguimiento de la medicación, compañía y atenciones en el domicilio.
- Tareas de atención al hogar (tareas domésticas), como limpieza, lavado de ropa, preparación y cocinado de alimentos, etc.
- Tareas de relación con el entorno, como acompañamiento, ayuda para la movilización fuera del hogar, apoyo dirigido a facilitar la participación en actividades comunitarias de relación familiar y social
- Otros, como apoyo a las familias en el cuidado de la persona dependiente, atención psico-social tanto a la persona dependiente como a los familiares implicados en su cuidado, apoyo socio-educativo para estimular la autonomía e independencia, apoyo para relacionarse fuera del entorno familiar.
Ventajas de la ayuda a domicilio para nuestro familiar:
- Atención personalizada. Las tareas a realizar se adaptan a cada persona, evaluando sus necesidades y las de su entorno familiar, son flexibles y pueden abarcar desde recordatorio de la toma de medicamentos hasta atención continuada.
- Independencia, comodidad y confianza. En las encuestas realizadas por el IMSERSO, cuando se les pregunta a las personas mayores dónde quieren envejecer, el 90% prefiere su propia casa.
- Aumento de la esperanza de vida. El estado de ánimo de la persona dependiente mejora. La incapacidad de llevar a cabo ciertas tareas, de no recordar ciertos hechos o la soledad constante, puede llevar a estados de ánimo apáticos o a la depresión. El cuidado y la compañía de un cuidador ayudará a que la persona dependiente se sienta mejor anímicamente.
- Creación de rutinas ya que el tratamiento de ciertas enfermedades incapacitantes necesita la creación de rutinas y/o ejercicios para mantener a la persona anclada en la realidad que la rodea y ralentiza el avance de dichas enfermedades.
- Mejora las relaciones familiares, tener apoyo en un cuidador profesional descarga tanto la carga de trabajo como las tensiones del entorno familiar.
Desde AsisHogar queremos agradecer a las cerca de mil personas atendidas en sus domicilios en estos siete años ofreciendo un servicio adaptado y de calidad a cada uno de nuestros usuarios y familiares.