A edades avanzadas tendemos a justificar ciertos indicativos que van más allá de las pérdidas de memoria ligadas a la edad o de acciones que se justifican una vez más con la edad.
En el círculo familiar es donde se comienzan a notar estas situaciones, y ponen en alerta tanto al allegado (familiar, cuidador, conocido) como afectado y suele ser ese punto de inflexión el que inicia los primeros pasos de acción hacia la prevención precoz de una posible demencia asociada a la edad o con otras
vertientes distintas.
Una vez diagnosticado o detectado si estamos ante una demencia y el grado en el que se encuentra esa persona, es cuando hay que recibir toda la información acerca de las posibilidades y distintos servicios con los que podemos contar.
La demencia es un término que se utiliza para describir un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales y que son lo suficientemente graves como para interferir en la vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, pero hay varias enfermedades que pueden provocar demencia. Aunque la demencia generalmente implica pérdida de la memoria, hay varias causas de la pérdida de memoria. El hecho de padecer pérdida de memoria no significa que se padezca demencia, aunque a menudo es uno de los primeros signos de la afección.
Los síntomas de la demencia varían según la causa, pero los signos y síntomas frecuentes son los siguientes:
-. Cambios cognitivos: Pérdida de la memoria, que generalmente es notada por otra persona; Dificultad para comunicarse o encontrar palabras; Dificultad con las habilidades visuales y espaciales, como perderse
mientras se conduce; Dificultad para razonar o para resolver problemas; Dificultad para manejar tareas complejas; Dificultad para planificar y organizar; Dificultad con la coordinación y las funciones motoras; Confusión y desorientación.
-. Cambios psicológicos: Cambios en la personalidad; Depresión; Ansiedad; Comportamiento inapropiado;
Paranoia; Agitación; Alucinaciones
Se podrá retrasar la edad de aparición de la demencia en la medida en que se modifiquen los factores de riesgo que incrementan la probabilidad de padecerla, e incluso reducir su prevalencia. De ahí la trascendencia de la promoción de estilos de vida saludable desde la infancia y los cuatro pilares definidos por la OMS sobre envejecimiento activo y saludable: promoción de la salud, actividades de participación y relación con el entorno, seguridad y aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Actualmente tanto el sistema de salud, como los servicios sociales y las asociaciones de personas mayores
trabajan para la prevención de la demencia.
Existen unos signos de alarma y una serie de síntomas psicológicos, conductuales y también funcionales que hacen sospechar una demencia.
– COGNITIVOS: Problema para recordar acontecimientos recientes, rutas o nombres, olvido de mensajes y hacer preguntas reiterativamente; Aumenta la dificultad para realizar tareas y actividades que requieren organización y planificación; Aparición de problemas del pensamiento abstracto; Dificultad para adaptarse a los cambios; Confusión en ambientes desconocidos; Desorientación témporo-espacial general, desorientación en entorno conocido. Problema para determinar la distancia o la dirección para llegar a un lugar; Le cuesta encontrar las palabras correctas; Dificultad para seguir conversaciones y argumento de películas o programas de TV.
– PSICOLÓGICOS/CONDUCTUALES: Cambios en la personalidad y del humor; Apatía o ausencia de motivación e iniciativa; Presencia de síntomas psiquiátricos (psicóticos o de la esfera afectiva) en personas sin antecedentes; Alteraciones del comportamiento.
– FUNCIONALES: Dificultad para completar tareas de la actividad habitual en el hogar, el trabajo o el tiempo libre; Disminución o abandono del aseo personal y del autocuidado; Retirada del trabajo o actividades sociales; Problemas para manejar el dinero o la contabilidad doméstica El deterioro cognitivo leve es un estadio intermedio entre el deterioro cognitivo esperado debido al envejecimiento normal y el deterioro más grave de la demencia. Se caracteriza por problemas de memoria, lenguaje, pensamiento o juicio.
El deterioro cognitivo leve no siempre se puede prevenir. Sin embargo, según las investigaciones, algunos factores ambientales pueden afectar el riesgo de desarrollar la afección. Según los estudios, estos pasos pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo:
- Evita el consumo excesivo de alcohol.
- Limita la exposición a la contaminación del aire
- Reduce el riesgo de lesión en la cabeza.
- No fumes.
- Controla las afecciones médicas como la diabetes, la
- hipertensión arterial, la obesidad y la depresión.
- Practica una buena higiene del sueño y maneja las alteraciones
- Consume una dieta rica en nutrientes con muchas frutas y verduras y baja en grasas saturadas.
- Interactúa socialmente con los demás.
- Haz ejercicio regularmente a una intensidad de moderada a fuerte.
- Usa un audífono si tienes pérdida auditiva.
- Estimula tu mente con rompecabezas, juegos y entrenamiento de la memoria.
Tras el diagnóstico se realiza una la intervención terapéutica combinada entre terapiasfarmacológicas
(en función de los síntomas neuropsiquiátricos predominantes y en cada fase de la demencia, se emplearán
distintos grupos de psicofármacos, como ansiolíticos, antidepresivos, neurolépticos y antiepilépticos) y no
farmacológicas:
• Estimulación cognitiva. Actividades que tienen como objetivo mejorar o mantener el funcionamiento
cognitivo y social. Estimulan las funciones que la persona mantiene, actuándose sobre las funciones
cognitivas perdidas únicamente de forma indirecta.
• Rehabilitación cognitiva. Su objetivo es la recuperación de aquellas funciones cognitivas que se han
deteriorado y que tienen potencial de ser mejoradas. Es decir, se trabaja de manera intensiva sobre aquellas
funciones y habilidades cognitivas que la persona ha perdido y en menor medida sobre aquellas que se
mantienen intactas.
Es cierto que llegar a una cierta edad desemboca en olvidos de citas programadas, nombres de
conocidos, calles y pérdidas de control en algunas actividades cotidianas como ir a comprar y olvidar los
productos que se iban a comprar…. Pero hay que distinguir estas señales para la detección de leves
demencias o deterioro cognitivo leve.